martes, 7 de diciembre de 2010

VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES Y DENUNCIAS FALSAS.

La Declaración Institucional que aprobó el Parlamento de Cantabria con motivo de la celebración del 25 de noviembre, Día Internacional contra la Violencia de Género incluía un  párrafo que literalmente decía: “queremos denunciar la vergonzante y criminal campaña emprendida por quienes pretenden instalar en nuestra sociedad la falsa idea de que muchas de las denuncias son falsas e inventadas, cuando los datos objetivos publicados por el Consejo General del Poder judicial  demuestran todo lo contrario“.

En primer lugar habría que matizar que lo que el Consejo General del Poder Judicial ha destacado es que sólo hubo en el año 2010 tres sentencias relativas a denuncias falsas por maltrato. Esto, evidentemente, no quiere decir que no haya habido más casos; simplemente que no terminaron en una investigación por denuncia falsa. Todos sabemos que es cierto que hay casos en los que, al menos, se insinúan inexistentes comportamientos cercanos al maltrato, sobre todo psicológico, como estrategia para obtener una mejor posición en un juicio por divorcio y  separación.

Pues bien, por escasas ocasiones en las que se produzcan, contra lo que debemos luchar no es contra los que afirman que las denuncias falsas se dan en ocasiones, sino contra el hecho de que las denuncias falsas e inventadas se produzcan. Las denuncias falsas son una agresión añadida para las muchas mujeres que de verdad sufren maltrato, porque generan una sombra de duda sobre su tragedia. Eso sí que es intolerable y no el que haya quien advierta de su existencia y reclame acabar con ellas.

Claro, y no puedo concluir sin relacionar todo ello con el anuncio (3era acepción de la RAE) que el 25 de noviembre ha hecho el Gobierno, relativo a la modificación del Código Civil para impedir la custodia de los hijos a los “acusados” de maltrato. Sobre lo improcedente de la medida ya se han pronunciado los jueces. A ello hay que añadir la -a mi juicio- barbaridad con la que Rubalcaba remató el anunció “los niños están por encima de la presunción de inocencia”. Nada, ni siquiera los niños, pueden estar por encima de la presunción de inocencia.
Está medida, que a priori puede sonar incluso bien puede terminar por ser una tentación para resolver injustamente cuestiones relativas a la custodia de los hijos en los procesos de separación o divorcio por la vía de hacer una acusación que finalmente no se sostenga.

1 comentario:

  1. En realidad, las denuncias falsas se acabarían seguro el mismo día en el que ese Poder Judicial que sí parece estar interesado en detectar denuncias falsas para disminuir la trascendencia de la violencia de género mostrara el mismo interés en aplicar la ley. Porque hay un delito perfectamente definido en el Código Penal, en el artículo 457, contra este comportamiento. Y de paso, no estaría mal que los Colegios de Abogados tomaran las medidas pertinentes contra los colegiados que pudieran inducir o contribuir a la comisión del delito.
    Y mientras no se aplique la ley, mal vamos.

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