SENSACIONES

Hace ya cuatro semanas que gobernamos Torrelavega. Nos vamos adaptando a las nuevas responsabilidades -aunque todavía debemos ajustar algunas cosas- y hemos tenido ya algunos motivos de satisfacción. Apunto aquí algunas sensaciones y pensamientos de estos primeros días.

1.-Veo a mucha gente esperanzada con este cambio. Tienen confianza en que sabremos mejorar la ciudad. Eso nos traslada una gran responsabilidad, porque sería ciertamente penoso decepcionar a tantas personas ilusionadas.

2.- He notado una actitud muy positiva de los funcionarios municipales. Con independencia de las preferencias ideológicas de cada uno, en general hay una gran disposición para adaptarse a los cambios que siempre conlleva un nuevo gobierno local.

3.- Será una legislatura en extremo complicada, como una larguísima (4 años) carrera de ciclismo de persecución en la que todos los corredores se miran de reojo. Cada asunto tendrá que llevar grandes dosis de diálogo. Pero soy consciente de que la oposición tratará continuamente de ponernos en una situación política difícil.

4.- La gestión de las cosas cotidianas me ocupa el 80% del tiempo. Continuamente surgen asuntos que hay solucionar en un margen de tiempo muy escaso. Tengo que ir por los pasillos con una libreta para apuntar nuevos frentes que se abren.

5.- A los antiguos gobernantes les está costando digerir la derrota. El trato personal con alguno de ellos se ha vuelto bastante hostil. Alguien les debería explicar que nadie les ha arrebatado nada, simplemente los ciudadanos les han encargado la noble tarea de la oposición. Me sorprende que critiquen en las redes sociales lo que no han sido capaces de votar en contra en los plenos.

6.- El viernes 1 de julio, cuando se confirmó una solución para el bloqueo del Polígono de Tanos-Viérnoles, sentí por primera vez que los problemas más relevantes que tiene Torrelavega pueden solventarse. No todo es cuestión de dinero. En ocasiones el trato y la actitud dan muy buenos resultados, lo cual alivia un poco teniendo en cuenta la situación económica que atravesamos.

7.- Tengo buenos compañeros, personas competentes, con dotes para la gestión, que van a conformar un gran equipo. Tengo mucha esperanza en hacer bien las cosas. De momento, es un lujo tener la oportunidad.